La Caja y Las Estructuras de La Cuarta Dimensión
A medida que nos empezamos a despertar y a tomar conciencia de ser concientes, también comenzamos a tener
opciones y formas de elegir que no teníamos a nuestra disposición en la tercera dimensión. Los componentes de la
caja cuatri-dimensional son, en realidad, muy sencillos. Pero debido a que pasamos tanto tiempo en movimiento
reaccionando a nuestro pasado y preocupándonos del futuro, le dedicamos muy poco tiempo en el presente.
Debido a esta tensión entre nuestro pasado y futuro, nos resulta muy difícil permanecer quietos un tiempo lo
suficientemente largo como para mantener nuestro foco de atención en la simpleza de la vida frente a nuestros
ojos.
En la tercera dimensión, la Ley de Atracción responde al ruido, al movimiento y a nuestras reacciones, y nos
devuelve más de lo mismo. Al entender y percibir tres aspectos de la cuarta dimensión, interrumpimos las
reacciones emocionalmente cargadas, en gran parte subconscientes, cuando elegimos concientemente el resultado
que deseamos, y de esta manera, le permitimos a la Ley de Atracción que nos manifieste estos deseos nuevos y
positivos.
El Tiempo Presente
La decisión más importante que uno puede hacer al avanzar en este viaje es la de aprender a apercibirse a uno
mismo en el momento presente.
Mientras que el tiempo presente tridimensional es un momento reaccionario cargado, influenciado por nuestro
pasado, nuestro Momento Presente en la cuarta dimensión es un momento sereno de AHORA. Existimos solamente
en el AHORA, pero muchos de nosotros enfocamos muy poca de nuestra atención aquí. Nos consumen
experiencias del pasado y preocupaciones proyectadas al futuro. Sin embargo, paradójicamente, como no
entendemos las estructuras de las dimensiones, es precisamente este estado de pensamiento y de emoción basado
en el miedo el que nos mantiene encadenados a la tercera dimensión.
En la cuarta dimensión, los tiempos pasado y futuro cambian de manera significativa. El pasado se torna una
experiencia neutral o un evento histórico tomado como referencia. El dolor de ayer no tiene incidencia en el futuro.
La información, el conocimiento y la sabiduría adquiridos en el pasado, nos ayudan a tomar mejores decisiones
acerca de nuestro bienestar, presente y futuro. El presente es todo lo que hay. Uno puede planificar el futuro
utilizando información adquirida en el pasado, pero las decisiones son decisiones concientes hechas en este
momento presente. Si bien el futuro es una oportunidad esperando a ser creada, es en el momento de AHORA en
que se toman las decisiones.
La Elección
En la cuarta dimensión, la reacción es reemplazada por la elección, proporcionando flexibilidad y nuevas
posibilidades. La elección le permite tener la opción de observar, de experimentar y de elegir sin censura, sin
correcto o incorrecto, sin bueno o malo y sin el miedo de ser castigado. Lo escogido concientemente en la cuarta
dimensión le da la oportunidad de equivocarse, y de corregir luego la situación sin sentir culpa o ser culpado.
La elección conciente atrae una gama más amplia de posibilidades, permitiendo de esta manera el bienestar, la
felicidad y el realineamiento dentro del Corazón. Es en la cuarta dimensión que uno reclama su poder de elección.
Usted puede tomar mejores decisiones partiendo de una base centrada en la claridad, en la certeza y en la
conciencia de su propia presencia. Al dejar de lado el bueno-malo, correcto e incorrecto de la tercera dimensión,
una sensación de capacidad en continua expansión comienza a despertarse nuevamente dentro suyo. El poder
elegir crea oportunidades. Las oportunidades permiten el bienestar. El bienestar despierta la felicidad, la apertura
y la sonrisa interior del Corazón. Partiendo de su corazón abierto, su propósito y el cumplimiento de todos sus
sueños están a su alcance.
Conceptos Superiores
A medida que usted toma conciencia de ser conciente en esta realidad de la cuarta dimensión, muchos conceptos
superiores de la vida comienzan a estar al alcance, permitiéndole moverse con mayor facilidad y comprensión. Uno
de estos conceptos superiores es la Paradoja. Una manera sencilla de explicar la Paradoja es la siguiente: Lo que
era cierto hace un momento puede no ser cierto en este momento de AHORA, y lo que era falso hace un momento
puede no ser falso en este momento.
Debido al miedo, al dolor y a la desconfianza que todos nosotros hemos almacenado en nuestra inconsciencia,
tenemos muchas creencias rígidas sobre el mundo en el que vivimos y sobre las personas que viven en él. Estas
creencias están ancladas en palabras como SIEMPRE y NUNCA. “Él siempre será malo. Ella nunca va a cambiar.
Yo nunca les perdonaré.” Al arrastrar los dolores del pasado en la tercera dimensión hacia el futuro tendemos a
reaccionar de la misma manera en que habíamos reaccionado la última vez, y por lo tanto, repetimos una vez más
las experiencias del pasado.
A medida que reconocemos concientemente que tenemos opciones acerca del mundo a nuestro alrededor, la
incorporación del concepto de la paradoja permite que el pasado sea el pasado y libera nuevas oportunidades para
el futuro. La paradoja nos permite reconocer a una persona o a una situación como ocurrió en el pasado; pero
ahora, nos presenta la oportunidad de verlos en este momento, por lo tanto permitiéndoles ser quienes son ahora,
en vez de estar observándolos a través de las limitaciones de nuestras reacciones pasadas.
A medida que la paradoja afloja la rigidez del pasado, el concepto superior del Permitir abre oportunidades más
amplias para su experiencia. El permitir es un concepto muy poderoso; no implica debilidad o incapacidad, sino,
simplemente, le permite reconocer la situación en frente suyo y le provee con una opción en el tiempo presente
para crear una oportunidad mejor hacia el futuro deseado.
Su vida va a cambiar a medida que comience a reconocer los muchos instrumentos, las destrezas, los conceptos y
las oportunidades que la cuarta dimensión provee. Puede optar por salir de los hábitos de reacción y restricción.
La confianza se convierte en una opción. A medida que las estructuras de la cuarta dimensión se entienden y se
empiezan a practicar, la necesidad de vivir en la falta, en la debilidad, en el miedo y en la duda se va dejando de
lado muy rápidamente. Lo que considerábamos simplemente palabras en la tercera dimensión, ahora, en la cuarta,
se tornan conceptos con un significado más lleno y profundo, y con una experiencia y fluidez más pulida. Palabras
como Feliz, Certeza, Señoría, Presencia, Capaz, Clemente y Comandante dejan de ser pensamientos intelectuales,
para transformarse en sensaciones y sentimientos internos, importantes y guiados por su Corazón.
Estos conceptos solo se pueden sentir y vivir en el momento del Tiempo Presente. A medida que usted vuelve a
recordar y se vuelve a apropiar de estos sentimientos y estas sensaciones, usted vuelve a encender el Sistema de
Guía Interno ubicado en su Corazón. Cuando otros conceptos de vibración más alta son internalizados, sentidos y
demostrados en su vida, se produce una transformación en la manera en que usted se presenta y se percibe a si
mismo. Estas palabras son más que simplemente conceptos. Son Palabras Vivas. Son bloques de construcción
energéticos que discutiremos en un capítulo posterior. A medida que usted comienza a utilizar y a vivir estas
palabras ellas se entretejen, como un traje bien fabricado, y crean un nuevo alivio y una presencia más vivaz.
Usted no entrega más su poder. Desde este lugar de vibración más elevada usted ahora comienza a elegir y a
crear la vida que quiere vivir.
Éste es nuestro estado natural de ser. Sin embargo, tomar conciencia, darse cuenta y mantener un sentido de sí
mismo con una buena conexión a tierra requiere un cambio en nuestros hábitos y en nuestras creencias. Desde la
infancia, la mayoría de nosotros hemos sido invalidados en nuestra experiencia tridimensional. No nos han
enseñado, ni nos han alentado ni, a menudo, nos han siquiera permitido tomar decisiones partiendo de nuestro
lugar naturalmente equilibrado de certidumbre, de confianza y de pasión. En cambio, a la mayoría de nosotros nos
han enseñado a percibir el mundo que nos rodea con miedo, con duda y con desconfianza. En consecuencia, no
hemos experimentado en su totalidad quienes vinimos a ser.
Alineamiento y Equilibrio
La realidad que conocemos como la tercera dimensión es una clase de aula en la que estamos participando en el
ciclo evolutivo – continuamente en expansión – de nuestro desarrollo espiritual. Para poder jugar en esta aula
hemos tenido que olvidarnos de nosotros mismos y haber dejado de lado mucha de nuestra sabiduría, de nuestro
conocimiento y de nuestras habilidades.
En resumen, la tercera dimensión es un aula de DESEQUILIBRIO.
Nuestro propósito o nuestra misión es la de re-descubrir y dominar el EQUILIBRIO.
Sin embargo, dado que la tercera dimensión es el DESEQUILIBRO, el equilibrio nunca se puede encontrar en la
tercera dimensión; la única manera de encontrarlo es saliendo de ella. Y este portal es la cuarta dimensión.
En la cuarta dimensión existen muy pocas reglas; la cuarta dimensión es abierta, receptiva y admite un sinfín de
posibilidades. Es una dimensión de opción y de observación, y funciona como una plataforma flexible sin la rigidez
de la caja tridimensional. La cuarta dimensión nos brinda una oportunidad para re-enmarcar nuestros puntos de
referencia, para revisar nuestras creencias y para alcanzar un nuevo conocimiento de lo que es posible. Nos
permite “estar en el mundo pero no ser del mundo tridimensional”.
La cuarta dimensión es el punto de partida a las dimensiones superiores. Nos proporciona una oportunidad para
avanzar hacia una “forma de vida superior” – una vida en comunidad, en cooperación y en co-creación.
Ya en el siglo 16, William Shakespeare había escrito: “El mundo entero es un escenario y todos los hombres y las
mujeres, simplemente actores.” Shakespeare no era solo un gran dramaturgo, sino que era un hombre muy sabio
porque la vida en este planeta es, en efecto, una Gran Obra de Teatro. Y ahora estamos llegando al final del tercer
acto – el Último Acto. Es aquí donde llevamos nuestra Gran Obra de Teatro a su momento culminante y
retornamos al Hogar.
El Cambio se trata, precisamente, de Retornar al Hogar. El cambio está despejando todo lo que no somos, y
ayudándonos a re-cablear nuestras conexiones para que finalmente podamos recordar todo lo que somos.
Sin embargo, esto no va a suceder por sí solo, sin ningún esfuerzo de nuestra parte. Con el fin de completar este
Juego maravilloso tendremos que armar a nuestros Seres de nuevo. Es aquí donde la Maestría de la Alquimia
entra en escena. Es aquí donde entra en juego, finalmente, el aprender a recrear nuestros campos de poder
personal con las herramientas de la geometría sagrada.